Bard es la tan esperada respuesta de Google a ChatGPT, líder actual de la ola de chatbots inteligentes que nos invade. La primera vez que lo probé fue cuando se lanzó, hace algunos meses. Aquella vez me pareció un infante al lado de ChatGPT 3.5, al margen de estar disponible solo en inglés. Con el paso del tiempo siento que ha progresado bastante, sobretodo en :

• continuidad en la conversación sin “olvidar” sus respuestas anteriores en el mismo chat

• Capacidad de recibir imagenes y voz como entrada y procesarlo razonablemente bien

• poder interactuar con la información de la web sin restricciones, accediendo en tiempo real a ella

• capacidad de establecer una conversación básica (al nivel de un call center humano diría yo)

Sin embargo, aún tiene grandes falencias cuando el prompt no está bien construido a su entrenamiento, como inventar reiteradamente información o distorsionarla, citando fuentes o enlaces inexistentes que a simple vista aparentar ser muy creíbles (defecto de las otras AI generativas también y llamadas “alucinaciones” por los expertos).

Semanas atrás, ya Google anunción su pronto despliegue como “AI copilot” en todo su ecosistema de aplicaciones de Google Workspace, plantando competencia a Microsoft 365 AI Copilot. Esto entiendo para proteger su liderazgo en Search, Cloud y otras aplicaciones a nivel corporativo y doméstico. Y es que, con las crecientes consultas resueltas por los chats de AI, la forma en la que buscamos y accedemos al conocimiento y la información disponible está cambiando drasticamente. Un cambio me atrevo a decir, tanto o más profundo que el generado por los smartphones en los últimos años.

Ya bastante tiene con el auge de Notion, Miro, Craft y Obsidian como nuevos gestores modernos de la información y que dicho sea de paso, ya tienen sus propios AI copilot en versiones pago. Veremos que pasa, que esto se pone bueno 😀

Puedes probar Google Bard en https://bard.google.com o saber más en Ayuda de Bard